martes, 25 de septiembre de 2012

Amor

Era una vez una chica que se enamoró, una chica que dio pauta a que le rompieran el corazón, una chica que le entregó el corazón al hombre equivocado.
Su nombre era amor, era una chica inteligente, alegre, enamorada de la vida, dura de sentimientos, pero cuando se enamoraba de verdad, era capaz de entregarlo todo, de dar su corazón por completo.
La vida siempre la había tratado bien, había tenido uno que otro amorío pero nada serio, ella jamás había experimentado el que le rompieran el corazón, siempre pensó que esas eran solo historias absurdas, que no era posible que una persona pudiera alcanzar la depresión y la desesperación por una decepción amorosa...entonces lo conoció a él.
Se conocieron el primer día de clases, él captó su atención desde el instante en que se cruzaron sus miradas, tenía los ojos mas hermosos que ella hubiera visto, tenía una de esas miradas que demostraban timidez y una sonrisa oculta; ella lo quiso evitar, pensaba que era solo un pequeño gusto como los muchos que había tenido hasta que lo empezó a conocer, podían reír por horas, podían hablar de todo, podían jugar, ella confiaba plenamente en él. En tan poco tiempo él se volvió su confidente, su compañero de risas, su cómplice, su mejor amigo.
Ella en su inocencia llevada por la corriente del amor no se dio cuenta del error que había cometido, del lío en el que estaba envuelta, que paso? se había enamorado, que paso? se había equivocado.
La gente siempre les decía que se veían bien juntos, que serían muy felices si lo intentaran, pero los dos tenían miedo de arriesgarlo todo, pues eran solo dos jóvenes jugando al amor, que pasaba si lo intentaban y no funcionaba? su temor por perder esa amistad que habían construido se hizo fuerte y lo dejaban pasar, ellos estuvieron muchas veces cerca de perder el control, de besarse, pero ellos sabían que solo un beso, que solo un roce les haría dejarse llevar por la locura, que un solo roce se llevaría esa barrera que habían establecido.
Ella lo deseaba más que nada en el mundo, ella estaba dispuesta a entregarlo todo, ella sabía que si se arriesgaban podían ganar y ella sabía que el quería lo mismo... hasta que apareció alguien más.
Su amor, su amigo, su confidente había conocido a alguien más, la nueva se metió entre ellos como la arena entre los dedos, le robo la atención que en un momento fue todo para amor, le arranco a la persona por la que ella estaba dispuesta a pelear y él... el cedió
Él se dejó enamorar por esta nueva intrusa, tal vez pensó que hacía lo correcto, que con esto impediría que alguno de los dos saliera lastimado, que así lograría que su amistad saliera intacta, pero se equivocó.
Amor conoció por primera vez en su vida lo que los demás le advertían, sintió el dolor más grande que ella había conocido, se le rompió el corazón.
Dejó de comer, no paraba de llorar, se alejó de los demás, juro no contar a nadie lo mal que se sentía y eso solo empeoró las cosas, optó por alejarse de el, por arrancarlo de su vida, pero... como hacerlo? como hacerlo si lo tenía que ver a diario, si cada día el llegaba con esa sonrisa a desbaratar su mundo, como hacerlo si el único que lograba calmarla y pensar que todo era solo un sueño era él, como hacerlo?
Dejo de luchar, dejo de apartarse, supuso que lo mejor era aceptarlo, aunque tuviera que soportar el escucharlo hablar de su nuevo amor, aunque tuviera que soportar el verlo feliz por alguien más; ella lo sigue queriendo igual que el primer día en que lo vio, la situación no ha cambiado, pero ella conserva aún las esperanzas, decidió que era mejor... el vivir por siempre enamorada.

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